Guía para diagnosticar y reparar una puerta de coche atascada

Guía para diagnosticar y reparar una puerta de coche atascada

puerta de coche atascada

Una vez que la puerta de tu coche se atasca de alguna forma, sabes que no podrás irte de inmediato. Lo primero será descubrir qué es lo que está mal para luego buscar una solución siempre que sea posible. Todo esto puede parecer complicado, pero si sigues leyendo el éxito es casi seguro.

Debido a que existen muchas situaciones diferentes que pueden ocurrir con una puerta, una solución única es imposible. Por lo que conocer todos los posibles problemas, especialmente los más comunes, crea la comprensión necesaria para encontrar una mejor solución al problema que enfrentas.

Lo primero a lo que te enfrentas es principalmente a dos tipos de situaciones. La puerta puede quedarse abierta sin poder cerrarse, o cerrada sin poder abrirse. Vamos a comenzar por esta última situación, que es la más común.

Puerta atascada en posición cerrada

Si la puerta del coche se queda atascada en posición cerrada es muy probable que se deba a la ruptura de alguna de las conexiones entre los elementos que la mantienen cerrada. Si la manija, el cilindro o el interruptor de cierre interior no están correctamente conectados, la puerta simplemente no se abrirá.

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Este tipo de daños son difíciles de resolver sin desarmar la puerta para tener acceso al interior. Esta situación se presenta con más frecuencia en la puerta que más se usa, que en la mayoría de los vehículos particulares es la del conductor.

La solución implica reparar las conexiones rotas. Esto requiere la ayuda de un técnico especializado con las refacciones necesarias.

Puerta atascada por oxidación y suciedad

Hay circunstancias muy obvias que pueden impedir la apertura de una puerta de coche. Una llave rota en la cerradura es una de las más llamativas. Pero muchas otras cosas pueden acumularse dentro de una cerradura, afectando su funcionamiento, pero sin ser tan evidentes como una llave rota.

Entre estas se encuentran el óxido y la suciedad que puede acumularse en el conjunto de la cerradura. Partes oxidadas y rotas del interior de la puerta también pueden caer y atascar los mecanismos internos.  También puede haber otros objetos extraños dentro de la cerradura.

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En estos casos debes empezar revisando la bocallave. No poder introducir completamente la llave es una indicación bastante buena de que el problema está precisamente ahí. Si otras formas de desbloquear la puerta funcionan (mando a distancia y/o interruptor interno) es casi seguro que se trata de un problema con la cerradura.

Puedes intentar lubricar la bocallave mientras insertas la llave. Utiliza un aceite ligero, o uno especializado para cerraduras. Si se trata de óxido y suciedad, existe un buena probabilidad de que la persistencia y la lubricación hagan la magia. Si esto no ocurre, consulta con un cerrajero automotriz.

Puerta atascada por daños estructurales

Después de un accidente pueden haber daños en la puerta, en el marco o en los elementos de cierre que mantengan a la puerta en posición cerrada. En la mayoría de los casos el pestillo de la puerta deja de funcionar al bloquearse, doblarse o desconectarse.

En estos casos es muy difícil dar recomendaciones, pues cada caso es diferente. Esencialmente hay que buscar una forma de abrir la puerta y luego reparar o reemplazar lo que esté roto. Lo más probable es que necesites la asistencia de un cerrajero profesional automotriz para causar el menor nivel de daño adicional a la puerta.

Una vez abierta es posible determinar la extensión del daño y saber que piezas requerirán reemplazo. En algunos modelos esto puede hacerse con la puerta cerrada, desmontando los paneles desde dentro, pero esto no aplica a todos los coches.

Puerta atascada en posición abierta (no se cierra)

Conducir con una puerta que no se abre es ciertamente posible, pero hacerlo cuando la puerta no se cierra no es una buena idea. Afortunadamente una puerta que no se cierra suele ser más sencilla de diagnosticar que en el caso anterior, pues se puede tener un acceso más fácil a su interior.

A corto plazo, y como una medida de emergencia, se puede manipular el propio pestillo de la puerta para cerrarla temporalmente. Obviamente, necesitas una solución permanente para no tener que hacer esto cada vez que intentes cerrar la puerta.

Si es pestillo está deformado o desconectado, al cerrar la puerta esta quedará atascada en esta posición (y de vuelta al primer caso). Aca es indispensable la evaluación de un profesional, que pueda aconsejarte la forma segura de resolver el problema.

Resumen de pasos a seguir para diagnosticar una puerta atascada

Los pasos básicos para abrir la puerta de tu coche para realizar el diagnóstico y la resolución del problema son los siguientes:

  1. Comprueba todas las formas disponibles de abrir la puerta (mando a distancia, llaves, cerraduras interiores, tiradores).
  2. Si nada funciona para abrir la puerta, ve al interior del coche y mira hacia el lado interior de la puerta atascada.
  3. Localiza y retira los tornillos de fijación del panel de la puerta.
  4. Si el panel de la puerta no puede abrirse lo suficiente para alcanzar y ver el conjunto de la cerradura de la puerta, busca una forma de hacer un desmontaje parcial.
  5. Con el acceso al conjunto de la cerradura de la puerta, intenta manipular tanto el conjunto como la cerradura interior. De esta forma tendrás una forma temporal de abrir la puerta para facilitarte el diagnostico, reparación o sustitución de la cerradura.

Soluciones para una puerta atascada

A continuación, se presentan algunas de las soluciones que pueden serte útiles para arreglar una puerta de coche atascada en posición cerrada.

Lubricación y limpieza

Si existe algún mecanismo rozando, o totalmente bloqueado por la suciedad, la primera solución que se debe probar es la lubricación.

Siempre es recomendable utilizan un lubricante seco a largo plazo, ya que a menudo los lubricantes a base de aceite pueden atraer el polvo y la suciedad. Pero si solo tienes lubricantes líquidos estos perfectamente sirven en casos de emergencia.

Si existe más óxido o suciedad acumulada, no es suficiente la lubricación. Todo debe ser limpiado cuidadosamente.

Reparación

Si el problema son las conexiones internas, es casi seguro que se pueda reparar uniendo las piezas que se han separado. Normalmente es una buena idea contactar con un cerrajero para que te ayude con los problemas que requieran algún tipo de reparación.

Reemplazo

En caso de necesitar refacciones, estas pueden encontrarse en línea con bastante facilidad. Pero antes de sacar tu tarjeta, es necesario que te asegures de comprar lo que necesitas. Los cerrajeros especializados en coches pueden asesorar la selección y compra de las piezas de repuesto.

Un par de ojos expertos en este tipo de trabajo pueden reducir el riesgo de mayores daños, eludir gastos innecesarios y evitar la compra de piezas incorrectas, con la ulterior pérdida de tiempo y dinero.

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